En un pueblo de la puna, Pallqa es considerado un niño sanador por haber nacido con seis dedos en una de sus manos. Su padrastro lucra con él y lo sobreprotege creando rivalidad con su hermanastro. Deisy, una pequeña amiga, lo motiva para que deje el pueblo y vaya a estudiar una carrera “de verdad” y regrese por ella. Pero Pallqa no se atreve. Sin embargo, tras una pelea con su hermanastro en la que cree haberlo matado, Pallqa huye.
Diez años más tarde vuelve para ayudar a su pueblo frente a las desgracias que provoca el deshielo. Encuentra a una población hambrienta de fe que festeja su llegada con la esperanza que alivie sus problemas, mientras que Deisy revive sus sentimientos hacia él y sus deseos de salir del pueblo a conocer el mundo.
Pero Pallqa no cree más en su mano sanadora, por el contrario, ha venido a intentar detener el deshielo con un método pragmático y aparentemente descabellado. La población lo rechaza, lo culpa por las tragedias que siguen sucediendo y lo castiga por su indiferencia. Deisy se decepciona.
Por primera vez Pallqa, comprenderá a su gente y su cultura al ver a una niña inconsciente que ha sido sepultada por un alud. Impotente, solo deseará que esos poderes, de los que renegó toda su vida, puedan curarla. Lo intenta y la población espera. Tiene tres días para que la niña sane. De esa manera recuperará el afecto de su pueblo y de la mujer que quiere.